jueves, 8 de mayo de 2014

El bulliyng violento es un precedente negativo del acoso laboral en el trabajo, publicado por Federico Wasinger

El bulliyng violento es un precedente negativo del acoso laboral en el trabajo.-

El mobbing o acoso laboral en el trabajo es una versión corregida y aumentada del bullyng o acoso en el colegio o en la universidad. En estudios que relacionan ambos fenómenos, permiten concluir que el acosador laboral desarrolló su patología en la escuela o en la universidad, y luego busca un empleo donde pueda ejercer el mismo proceso de dominación y sojuzgamiento de un tercero, en un contexto de opresión y de control. El acoso escolar también conocido como hostigamiento escolar, es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado tanto en el aula, como a través de las redes sociales, lo que se conoce como ciberacoso. Es una forma de tortura generada por un acosador contra una o más víctimas, que suelen contar con el silencio, la indiferencia y hasta con la complicidad de otros que lo apoyan o lo incentivan. Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares. Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia, aún cuando el bullyng se extiende a la universidad. El acoso escolar es una forma característica y extrema de violencia escolar, y de la opresión verbal, se puede pasar a la agresión física, provocando lesiones graves y hasta en casos de descontrol colectivo la muerte. Las causas generalmente revelan envidia, egoísmo y complejo de inferioridad respecto de la víctima. En algunos casos, la dureza de la situación puede acarrear para la víctima la idea del suicidio y su materialización. El psicólogo Dan Olweus es el primer estudioso del tema, y como tal comienza a preocuparse de la violencia escolar en su país, Noruega, en 1973 y se vuelca a partir de 1982 en el estudio del tema a raíz del suicidio de tres jóvenes en ese año. En Europa se estaba trabajando ya en los países nórdicos, también en Inglaterra en donde existen tribunales los bully coufls o tribunales escolares, creados en el Reino Unido. Allí existe desde 1989 una línea directa a la que acuden aquellos que quieran consejos sobre situaciones de acoso escolar. El acoso laboral o acoso moral en el trabajo, conocido comúnmente a través del término inglés mobbing: ’asediar’, ’acosar’, ’acorralar en grupo’, es tanto la acción de un hostigador u hostigadores conducente a producir miedo, terror, desprecio o desánimo en el trabajador afectado hacia su trabajo, lo que trae como efectos directos desequilibrios psicosomáticos, que lo pueden invalidar para el trabajo. El científico sueco Heinz Leymann investigó el fenómeno en la década de 1980, y fue quien utilizó por primera vez el término mobbing para referirse al problema. Otros autores destacados en el estudio del acoso moral y del mobbing son la francesa Marie-France Hirigoyen. El acoso laboral como riesgo psicosocial podría ser confundido con otra manifestación patológica laboral denominada ‘síndrome del trabajador quemado’, o burnout. Sin embargo no representan el mismo fenómeno, pues literalmente el burn-out significa ‘estar quemado’ o desgastado por circunstancias actitudinales o características inherentes a la profesión o el trabajo, el cual genera en el trabajador una intensa demanda en el aspecto emocional, exigencia muy común entre maestros o enfermeras, por citar dos ejemplos. Esta persona o grupo de personas reciben una violencia psicológica injustificada a través de actos negativos y hostiles dentro o fuera del trabajo por parte de grupos sociales externos, de sus compañeros (‘acoso horizontal’, entre iguales), de sus subalternos (en sentido vertical ascendente) o de sus superiores (en sentido vertical descendente, también llamado bossing, del inglés boss, jefe). Dicha violencia psicológica se produce de forma sistemática y recurrente durante un tiempo prolongado, a lo largo de semanas, meses e incluso años, y a la misma en ocasiones se añaden ‘accidentes fortuitos’ y hasta agresiones físicas, en los casos más graves. Una situación de acoso muy prolongada en el tiempo, además de enfermedades o problemas psicológicos, puede desembocar, en situaciones extremas, en el suicidio de la víctima. Lo que se pretende en último término con este hostigamiento, intimidación o perturbación o la conjugación de todas ellas, es el abandono del trabajo por parte de la víctima –o víctimas–, la cual es considerada por sus agresores como una molestia o amenaza para sus intereses personales como la necesidad de extorsión, ambición de poder, de riquezas, posición social, o simplemente por el mantenimiento del statu quo. Entre los medios y las causas se incluye el uso de las nuevas tecnologías y en especial las redes sociales, y el correo por Internet, y la facilidad y ductilidad de las conexiones telemáticas. Curiosamente, nuestro sistema legal no prevé el mobbing dentro del ámbito laboral, y solo se han dictado normas programáticas que no tuvieron eco en el Parlamento. En cambio muchas empresas cuentan con sistemas de denuncia confidenciales, con procedimientos de investigación, con tutores para los damnificados y se adoptan medidas disciplinarias y hasta el despido con los acosadores.


Autor: Julián A. de Diego, Profesor Titular de Derecho del Trabajo en la Facultad de Derecho (U.C.A.)
Fuente: www.cronista.com
Publicado por: Federico Wasinger